sábado, 28 de marzo de 2009

Esperanza

Casi se me pasa Marzo sin contar nada. ¡Esto no puede ser! Por fortuna todo tiene remedio (dicen que todo menos la muerte, no sé yo...) y tenía un cartucho guardado para los por si acasos.

He estado muy liado estos meses de atrás con los estudios, pero por fin los he terminado satisfactoriamente.

Me he mordido la lengua durante este tiempo pero ya no aguanto más: estoy de la Esperanza Aguirre hasta los cojones. Dios mío, ¿por qué no te la llevaste aquel día en la plaza de toros de Móstoles? (Hubiera sido el mejor sitio, por cierto.)

Las ansias de poder de esta mamarracha no tienen límite; arremete contra su propio partido para liderarlo, contra viento y marea. También arremete contra Caja Madrid (por la que ya sabéis muchos que no siento ningún aprecio, si no todo lo contrario) para hacerse con el control, y no tiene ningún reparo en modificar las leyes para salirse con la suya. Pide apoyos hasta a los sindicatos desoyendo el deseo de los accionistas y obligando al gobierno (otro que tal mea) a tomar cartas en el asunto.

Uno de los aspectos graciosos es que esta "Cleopatra venida a menos" (muchísimo menos) es, entre otras muchas cosas, vicepresidenta de IFEMA junto (mira tú por dónde -como le dijo la duquesa al conde-) a Miguel Blesa, director de Caja Madrid. Supongo que cuando tengan una reunión de esa institución serán tan amigos, máxime cuando se le antoje destronar al otro perro, quicir... Manzano y López del Yerro, presidente de IFEMA.

Esta hija póstuma ha invalidado el dicho aquél de que la esperanza es lo último que se pierde. En Madrid queremos perder la Esperanza.

Y mientras, de fondo, suenan The Smiths. 17 de mayo de 1985, Paseo de Camoens. ¿Recuerdas...?

Salu2