jueves, 28 de agosto de 2008

El reton-no

Hola, almas:

¿Estamos todas? Espero que sí.

He vuelto de las tan ansiadas vacaciones con las pilas recargadas; no sé si para escribir cosas en el blog o para otras cosas por determinar. Ahora vuelvo a tener tiempo para comerme el coco y comérselo a los demás.

He estado de viaje por el extranjero. La primera parada fue en Al-Andalus, país de enorme belleza y no menos enormes corazones albergados en el pecho de aquellas gentes.
Seguramente debido a la distancia que nos separa (en kilómetros) me hicieron una pregunta que me dejó preocupado: "Vosotros, en Madrid... ¿muy bien con la Esperanza, no?".
La respuesta salió de mi boca cual bala en el muy muy lejano oeste americano: "No".
La preocupación fue de tal calibre que rápidamente pensé que lo más probable es que yo, si no se me hubieran adelantado, hubiese preguntado: "Vosotros aquí con Chaves... ¿de coña, no?". Menos mal que se me adelantaron. Bueno, no me hubieran inflado a guantazos porque, insisto, son buena gente.
En aquellos días (como diría el otro) vimos en dos ocasiones el efecto contrario a lo que hizo Moisés con las aguas ya que estuvimos en Tarifa, donde se juntan las aguas del Mediterráneo y del Atlántico, y en un paraje llamado La Junta de las Aguas, quizás llamado así porque hace 2700 años se juntaban allí los mares. Es broma esto último, se llama la Junta de los Ríos; lo que sí que dice el bueno de mi amigo Antonio "el guardia" es que cada vez hay mas trozo de playa.
En fin, Barbate y Vejer de la Fra. (harto terminé de ver esa abreviatura en lugares donde no está justificado su uso), qué días, que gusto, qué alegría que la mayor parte de turismo se quede en los países de Levante o más cerca, en Caños de Meca o Zahara.

De vuelta a mi país estuve en una zona que también es el extranjero; lo llaman "cola del paro" y allí (entre más de cien personas que nos habíamos levantado a las seis de la mañana) coincidí con otros tres de mi misma nacionalidad y origen, a quines sus jefes, en un alarde de generosidad, les invitaron a pasar las vacaciones sin preocuparse del trabajo que quedaba pendiente para después del merecido descanso... pero esa es otra historia a contar en otra entrada.

Me alegro de que esteis en nuestra casa.

Besos y abrazos (cada un@ que coja lo que quiera).