De cómo mandar a la mierda a los jueces. Parte 2 ...

... Y mucho me temo que va a haber más partes.
Desde que oí, en los primeros años 80 del siglo pasado, a un juez de naranja decir que de todo el mundo es sabido que un coche frena lo mismo en seco que en mojado, supuse que eso de ser juez debía de ser tarea dura... Ese elemento sabía de mecánica, de las vueltas que da un atropellado sobre sí mismo al ser golpeado por un vehículo, de condiciones climatológicas... En fin, la puñetera enciclopedia Espasa con páginas entre medias de los libros CEAC la Lorousse y la mismísima Británica todo ello mezclado y embutido en una toga del diecinueve.
Hoy (ayer) se ha sabido que un juez de una de las provincias catalanas ha absuelto a un hijo de puta que conducía borracho y se saltó un control policial conduciendo con gran habilidad, lo que, a criterio del juez, demuestra que el alcohol y la capacidad para conducir no están reñidos.
Mi abuela, que era sabia, decía que los jóvenes (en aquellos benditos años 80) estábamos podridos. Sin duda se dejaba llevar por quienes más destacaban. Y yo, movido por esa sabiduría, digo que vaya mierda de jueces tenemos. Desde luego que destacan los peores... pero que se defiendan los mejores.
Tenía un amigo alemán, que en paz descanse, que decía: "A ese no le deseo la muerte, mejor una enfermedad de por vida". Yo, a este juez, le desearía que un día un conductor borracho se estampe contra su coche cuando vaya él solo. Por supuesto no deseo que muera en el choque, tan solo que sienta el susto y que aprenda a sentir lo que han sentido y seguirán sintiendo las decenas de padres a quienes un puto borracho se ha llevado la vida de sus hij@s, por ejemplo.
Muy bonito aquello de jueces para la Democracia y todas esas zarandajas, pero ¿para cuándo habrá jueces para la Justicia?