jueves, 20 de diciembre de 2007

Ironside, El fugitivo, Cannon...

Todas fueron grandes series de mi niñez, pero si he de hablar de una, la que más marca nos ha dejado, sin dudarlo esa es CANON.
A la SGAE también le marcó una trayectoria a seguir. Debieron pensar: "yo, cuando sea mayor, quiero cobrar como Cannon".
Seguimos en el país del pim pam pum, de don Trís Trás, lugar de paso de Alí Babá y seguro refugio de los 40 ladrones (bueno, ya no son 40, han criado como los conejos).
Afortunadamente, por la misma regla de tres, se creará la trampa. Si antes éramos autosuficientes con nuestro ingenio español ahora estamos avalados por los chinos, que siembran nuestras calles de bellas alfombras, estiradas cada mañana por legiones de señores de tez oscura.
Recuerdo aquellos tiempos de adolescente, Franco muriéndose y yo preocupado porque el "single" de Carlos Santana costaba 75 pesetas (mi paga semanal era de 5 duros). Después crecí y trabajé para poder comprar una cadena de música con doble platina. ¡Ya podía grabar los discos y las cassettes de mis amigos!
Por fin me hice mayor y con cierto poder adquisitivo (el que te brinda trabajar como un tonto y que tu pareja tenga también trabajo). Pude comprar la música que me gustaba y que me gustó.
Y ahora simplemente:
1) Para que una empresa privada gane una pasta;
2) Para que unos señores vivan estupendamente (como funcionarios de los de antes);
3) Para tapar lo que sin duda es una mala gestión y legislación por parte de nuestros politicastros sobre los derechos de propiedad intelectual;
Me planteo (como hace lustros) la insumisión social y que esto pete por donde lo tenga que hacer.

Salu2

1 comentario:

el viejo más viejo del palco dijo...

Yo conocía a uno (en el palco de al lado, no en el nuestro) que decía "esto parece la cueva de alí y los cuarenta babás".

En estas tierras, a cuatro bajo cero y con los vuelos desviados a otro aeropuerto más al norte (las cosas de la vida) también hay una SGAE pero tiene pinta de ser menos ... no sé cómo definir sus actitudes.

En fin, yo veo a esas sociedades de gestión como estructuras cuyo único fin es mantenerse con pasta para dilapidar, que no está nada mal, sobre todo imponiendo canon "por si acaso". Lo peor va a ser cuando pagues también por el ruido de la lavadora.