lunes, 14 de enero de 2008

De risa, pero de pena

Acabo de ver en las noticias que el número de hipotecas impagadas se ha disparado y va en aumento.
No soy economista, sólo sé de economía doméstica y poco. Me da la impresión que la economía de un país es algo parecido, con una salvedad: las macroeconomías se pueden (se hace de hecho) maquillar, que hasta que salte la liebre están pringados todos; y en la “mini-micro-pequeconomía” doméstica si la maquillas un mes al siguiente lo pagas. También hay profesionales del impago.
Pero a lo que voy. Sin dedicarme a ello no me fue difícil adivinar que con los sueldos actuales (infames), con la crisis del ladrillo golpeando, con el euribor casi desbocado, iba a haber un aluvión de gente que no podría pagar la hipoteca del piso adquirido.
Lo asombroso es lo que he visto. Una mujer, de procedencia centro americana, se ha quedado sin piso. El banco se lo ha quitado porque no podía hacer frente a la hipoteca de ¡1.800 euros!
Creo que no voy a decir nada más. Opinar vosotros.
Bueno, una cosa más. Lo que me da risa es que vengan algunos inmigrantes a España pensando que aquí los perros se atan con longanizas. Solamente hay que darse una vuelta por cualquier centro comercial para ver el grado de consumismo que se gastan, sobre todo, los inmigrantes de origen latino americano. Televisores de plasma, cadenas de cienes de vatios, cordones de oro, en fin, un montón de artículos que los autóctonos difícilmete nos podemos permitir.
Otro día contaré algo de los servicios sociales de Madrid.

Salu2

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