viernes, 25 de enero de 2008

Una cerveza… y unos panchitos

Panchitos, guacamoles, machupinos, paipas. Son distintas formas de referirnos a los sudamericanos y ninguna es ofensiva. Pero no a todos los sudamericanos; a los argentinos, chilenos, uruguayos, brasileños, paraguayos y otras cuántas nacionalidades no las ponemos sobrenombre, con lo que podemos casi identificar como “panchitos” a los habitantes de los países centroamericanos y algunos sudamericanos (zona norte) del pacífico.
Digo que, de estas formas de nombrarlos, ninguna es ofensiva porque hacen referencia a su forma de ser, a frutos de la zona, etcétera, mientras que “sudaca” sí que se emplea ofensivamente.
A los españoles nos ponen también apodo incluso dentro de España tenemos diversidad de apelativos. En algunas regiones de América del sur somos “gallegos” y para los canarios los españoles peninsulares somos “godos” y en todo esto no veo ofensa.
Hay cosas de los “panchitos” que me llaman la atención. La tranquilidad con la que se toman prácticamente todo (hasta el punto de llegar tarde a las entrevistas de trabajo), la capacidad de dar voces al teléfono móvil en medio del autobús (aspecto este compartido con los centroafricanos-wanaminos- y los chinos), lo extremadamente aduladores que son, la libido a flor de piel, lo ridículamente consumistas que son (se permiten no pagar los recibos de comunidad de vecinos pero tienen TVC de plasma, cadenas de música y de oro de “nosecuántos” kilates/watios…) y la lengua incontinente.
No es la primera vez que les oigo decir que los trabajos que ellos realizan son los que los españoles no queremos. ¡Pues sólo faltaba eso! Vamos a ver, antes de que llegaran ellos en masa ¿estaban las cosas sin hacer? Y después, ¿han subido los sueldos en aquellas actividades que ellos desarrollan? ¿Reciben ayudas de las Administraciones españolas? ¿Y encima se quejan?
Está claro que lo mío son los temas incómodos.
Lo dicho: una cerveza y de tapa lo que quieras.

4 comentarios:

Natacha dijo...

Yo les llamo manitos. Tampoco para ofender. Pero es verdad que "su manera" de vivir, no siempre concuerda con la nuestra.
En cuanto a lo de quejarse por todo, es verdad. Tal vez les hizo la boca un fraile. Lo que pasa es que como aqui siempre hay que ser políticamente correctos... pues nadie tiene narices a decir que causan problemas algunos de ellos. Que se benefician de privilegios que tal vez deberían ganarse...
Hablé de ello en mi blog en el artículo "multiculturalidad" del 14 de octubre de 2007. Léelo si te apetece.
Pero, vamos que la vaca tiene la leche que tiene, y a este paso, con revisiones médicas, colegios públicos y demás servicios sociales y, muchas veces sin nómina y por lo tanto sin pagar impuestos... el presupuesto no llega, pero vamos ¡Aquí estamos los quijotes del mundo dando lo que no tenemos!
Un saludo.
Natacha.

Eduard O'Cone (Our house) dijo...

Gracias por tu opinión.
Hay una cosa que siempre me ha hecho gracia. Lo de ser políticamente correctos.
La gente de la calle no tenemos por qué serlo, ya que no somos políticos. Dentro de un contexto de conversación coloquial aún lo veo normal.

Salu2

el viejo más viejo del palco dijo...

Abundando en el tema, que si integración sí o no, que si cojamos lo bueno desde mi punto de vista pero no desde el tuyo, etc.:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Recomponer/honra/gratis/Belgica/elpepusoc/20080128elpepisoc_3/Tes

el viejo más viejo del palco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.