jueves, 31 de enero de 2008

Wij houden van Oranje (Amamos a la Naranja, en paisbajense)

Mi hija también, es su color favorito. Claro, la pintura del salón tira a naranja, uno de los cojines también, la maya donde recoge los juguetes del baño, los orangistas de Irlanda, el dinerito en ING, el PePe con las erecciones (perdón, he tropezado con las teclas). Bueno no he tropezado, es que mira que se ponen “burros” en plena campaña y encima de naranja. Y para finalizar. Cómo no le va a gustar el naranja a la niña si día sí y día también suena el teléfono y son los de Orange (no los ingleses, los de tele afonía, interné y demás zarandajas).
Francamente pesados. Desde que un día uno de sus teleoperadores (me tocó el más inteligente, uno que estuvo en la universidad, dentro de una probeta) me dijo que si yo pensaba seguir consintiendo que me metiera la mano en el bolsillo Telefónica… desde ese día, les tengo declarada la juerga.
Creo que ya nos han elegido número preferido al que llamar para que le de cortes a los nuevos operadores.
El teléfono está a nombre de mi mujer y mi voz es claramente de hombre, claro está, preguntan por ella, a lo que yo contesto un “sí, dígame”. Instantes de silencio y avanza con la oferta, comprobación, etc., pero con “mosca tras oreya”. Y, de repente, la pregunta. “Y entonces… está usted interesad… ¿Porque, usted es doña Fulanita Tal Pascual, no? Es que no le había reconocido la voz” Bueno, es que no habíamos hablado nunca.
Otras veces, cuando me canso de escuchar la pesadez que te cuentan, aprovecho la pregunta escape. “Usted tiene ADSL, ¿verdad?” A lo que contesto con un “lo siento, esa información no se la puedo dar por teléfono, ¿cómo sé yo que ustedes me llaman de Orange y no de la radio, para gastarme una broma?”
Tengo que localizar aquél glorioso correo en el que se pasaban el teléfono la madre al padre, este al hijo; cada uno haciéndose pasar por un departamento (el de compras, el de nuevas tecnologías,…) exactamente igual que nos hacen ellos a nosotros.
Y lo que me jode aún más. Como esta compañía las llamadas las realiza desde Chile o Argentina, me llaman cuando empieza su jornada laboral, quicir, cuando estoy comiendo la puñetera naranja.
Es lo que tienen los colores. Cuando un vuelo viene demorado es que viene para semana santa y cuando suena el teléfono a la hora de comer… huele a naranja.
Sólo espero que a mi hija le siga gustando ese color, total, para las elecciones de 2012 los peperos irán demorados.

Salu2

3 comentarios:

Natacha dijo...

Hola our.
En cuanto a lo que dices, a mí los que me ponen frenética son esos que van de agresivos y te dicen: ¡¿Cómo que no le interesa, si no le he dicho la oferta?!
O los de: Espere que le paso, y van te ponen música. Y tú como una subnormal, de repente caes en la cuenta de que invaden tu hogar, a la hora que les da la gana, te habla una máquina y encima te hacen esperar.
Es divertido descuadrarles con las contestaciones, porque como tienen una lista de lo que tú puedes decirles y qué contestar a cada cosa, pues cuando es algo nuevo no saben qué hacer. A mi alguna vez me han colgado directamente, por no saber qué decir.
Yo siempre aviso que no contesto nada personal y a cada cosa que me preguntan... "personal" "personal". Eso el día que me pilla de buenas, porque cuando estás de malas...
En fin el pan de cada día.
Un saludo
Natacha.

el viejo más viejo del palco dijo...

Estamos apañaos con el tele marketing de los wevos. Pero ahí teneis la explicación de por qué nuestras tarifas de móvil, por ejemplo, son de las más altas de Europa: hay que pagar todas esas llamadas desde Marruecos, Chile, Filipinas...

Bowman dijo...

Una vez, una, me liaron de movisar. Lo mejor es lo de "tiene 7 días para devolverlo y le develvemos los puntos". A la hora de devolverlo... ¿a dónde? Cuando consigo contactar (¡a número no gratuito!) las gestiones se alargan para cobrar más y terminar diciendo que "yo" no estoy autorizado a hacer esa gestión porque el contrato no está a mi nombre sino al de mi mujer...¡No te jode! ¿Y para "aceptar" ofertas sí? ¡Serán piratas! Tras una reclamación consigo devolverles el teléfono por correo (paquete azul) y ahora ni tengo el teléfono ni me devuelven los puntos... y encima estoy atado otro año con ellos. Aún no lo he solucionado pero estoy en ello.

En cuanto pueda me largo a otra compañía.

Por cierto, la última vez que me han ofrecido algo les he dicho con mucha mala leche que "¡no estoy interesado en ninguna chorrada maravillosa que quieran ofreceme, so piratas!"... y los jodíos, inasequibles al desaliento, ¡siguen llamando!